La Cova del Cavall está situada en lo alto del monte Maimó de Olocau, cerca de la marca blanca conocida como "la peca".
La cueva fue un lugar de culto durante mucho tiempo, lugar en el que se veneraba a la figura del caballo. El culto al caballo se ha dado con frecuencia en la península por parte de diferentes pobladores.
Entre historias y leyendas se cuenta que en el interior de la cueva hubo un santuario presidido por la figura de un caballo de piedra, aunque algunos aseguran que podría ser una de las rocas de la cueva con forma equina. La popularidad de la cueva y el uso que se le daba no gustó al Papa Calixto III, que en 1455 ordenó destruir el caballo y sellar la cavidad.
Es una de las cuevas de mayor profundidad de la Sierra Calderona, y la más exigente deportivamente. Se puede acceder al interior con precaución y sin material en un recorrido de unos 40 metros, destrepando por la boca de entrada y posteriormente en ligero descenso, vigilando no caer al vacio por algunas de las grietas adyacentes. La cueva tiene una profundidad total de más de 100 metros.
Vistas desde la entrada de la cueva:
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